¡Felices vacaciones a todo el mundo!
Muchos besitos y hasta septiembre.
Melinda estaba sentada en el avión, se sentía nerviosa pues eso de viajar sola no iba con ella. Pero eso era el cambio de su vida. Su nueva vida comenzaría cuando bajase de ese avión.
Antes de poder descansar en paz, Charlotte tiene que volver al trágico escenario de su muerte: el instituto. Todavía le queda una última misión que cumplir, tiene que ayudar a un joven que le ha sido asignado a resolver algunos problemas personales antes del esperado Baile de Graduación. Pero le ha explicado qué ocurre si te enamoras de un proyecto de clase... Charlotte moriría (otra vez) por amor. Pero si su billete para la Otra Vida implica enfrentarse a la demasiado familiar sensación de ser invisible, quizás esto vaya más allá de lo que ella pueda soportar...El amor es algoque uno no puede sacarsedel corazón
Scarlet Kensington sabía muy bien lo que la aguardaba cuando franqueó la entrada de Hawthorne High y se vió embargada, de pronto, por un aroma floral nausabundo y dulzón: el mismo que sólo se percibe en la habitación de un hospital o en el tanatorio.
Cuándo tenía cinco años, caminé hasta el altar con el hombre de mis sueños.
Bueno, con ``el niño´´ de mis sueños. También tenía cinco años.
-Sin duda estás de broma -dijo el gorila de la puesta, cruzando los brazos sobre el enorme pecho.
Dirigió una mirada amedrentadora al muchacho de la chaqueta roja con cremallera y sacudió la afeitada cabeza.
-No puedes entrar con eso ahí.